Hoy sentado en mi escritorio reflexiono al cierre del tercer cuarto de año o Q3 como solemos llamarle internamente en nuestra organización, mirando hacia atrás a inicio de 2020 cuando todas las apuestas estaban en la visión 2020, un concepto seductor, analogía extraída de la oftalmología que determina cuando nuestra vista está al 100% solemos decir que está 2020. 

Al inicio del 2020 los kick – off estaban como las lanzas afiladas, estrategias, objetivos y metas definidas con sus respectivos champios, todo estaba dispuesto para el inicio de una gran década, teníamos una visión 2020 de lo que íbamos a lograr. Esto no sólo se reduce a nuestra organización o país, esto ocurrió en todo el planeta, y sigue ocurriendo al momento de escribir este articulo.

Nada más lejos de la realidad que hoy vivimos, pareciera que este enero 2020 fue hace más de 2 años, el mundo ha cambiado tanto que cuando vemos atrás es como si fuera un pasado tan lejano. Hoy la visión nunca ha sido tan confusa, tan incierta y tan empañada, increíblemente por un elemento microscópico que entro en nuestra «matriz» y hackeo todo el sistema. 

Provocando cierre de negocios, incremento en la tasa de desempleo, cambiaron nuestras prioridades, hábitos de consumo, la forma de comunicarnos, relacionarnos y educarnos, y la mayoría de las cosas que conocíamos cambió.

Aún es muy rápido afirmar que todo estos cambios han sido para bien o para mal, soy de los que piensa y elijo creer que es y será para bien. 

Desde hace ya varios meses en mi mente ha calado una idea profunda de enfocarnos en lo que es relevante, lo que es significativo, lo que realmente tiene importancia. En el plano personal me lleva a conectar con aspectos fundamentales como la familia, tiempo para los hijos, cuidar la salud, dejar de enfocarnos en lo material para enfocarnos en lo significativo, apartar tiempo para crecer y aprender. 

En el plano de negocio ocurre lo mismo, debemos volver a nuestra esencia, fortalecer la cultura, mejorar los procesos, capacitar a nuestro personal, desarrollar estrategias que nos permitan dejar de concentrarnos en nosotros y comenzar a centrarnos en el cliente, en sus reales necesidades. 

Ser relevante es buscar la manera de que nuestro producto o servicio siga siendo de valor en estos momentos. Obviamente si estás en el sector de alimentos básicos, salud, sector financiero o tecnológico las puertas están abiertas de par en par, ya que son cuatro industrias cruciales de manera especial en esta crisis. 

Sin embargo,  qué pasa con aquellas industrias que entra en lo «opcional» o «lujo» o sea, no son necesariamente relevantes en este momento, son las más llamadas a reinventarse, buscar nuevas formas de ser relevantes y de aportar valor. 

Quizás no puedas hacer las transacciones comerciales que hacías hace apenas 7 meses y quizás tampoco ocurra por los próximos 7, sin embargo, si hay cosas que puedes hacer para mantenerte siendo relevante para tus clientes sin importar la industria a la que pertenezcas.  

Te voy a compartir 4 preguntas que te ayudarán a crear las bases para identificar si eres relevante o no en este nuevo mercado, el mismo será caldo de cultivo para que enfoques tus esfuerzos en lograr cambios significativos en este aspecto en los próximos 3 meses, llámese el último trimestre del 2020, el Q4. 

Alerta, puedes pensar, a bueno, soy relevante, por la industria donde me desempeño, yo te preguntaría. ¿Tienes esa seguridad? ¿Están siendo intencionales? O ¿en piloto automático?

¿Quieres saber si lo que ofreces hoy es relevante en el contexto que vivimos?

Responde las siguientes preguntas y podrás darte cuenta: 

  • ¿Lo que ofreces ayuda a tu cliente a ganar dinero?
  • ¿Lo que ofreces ayuda a tu cliente a ahorrar dinero? 
  • ¿Lo que ofreces ayuda a tu cliente a sobrevivir? 
  • ¿Lo que ofreces ayuda a tu cliente a prosperar?
  • ¿Lo que ofreces ayuda a tu cliente a pertenecer?

Si tu producto o servicio responde a una o más de estas necesidades tienes un producto o servicio relevante, si no lo hace, tienes una gran oportunidad de comenzar a serlo.

Mi intención con esta reflexión es servirte de inspiraxion para apartar un espacio y reflexionar con tu equipo al respecto. 

Un plan que puedes aplicar de inmediato, para limpiar un poco el cristal de tus lentes.

  1. Reúne a tu equipo de liderazgo
  2. Plantéale esta reflexión de «ser relevantes» hazlo a tu forma, las preguntas anteriores te pueden ayudar a crear contexto. 
  3. Definan acciones contundentes medibles y específicas para comenzar a ser relevantes y llévenlo a cabo.  

No prestar la debida atención a este aspecto puede costarle el futuro a tu empresa o industria, la recuperación económica, no llegará con la cura del virus, será un proceso lento y gradual, por lo que más vale entrar en acción en aspectos como estos, que curiosamente aparentan ser no relevantes por su carácter reflexivo, sin embargo, es desde ahí la única forma de crear nuevas ideas, nuevas iniciativas y volver a llegar al corazón y mente de nuestros clientes, ya desde un plano más significativo. 

Autor

Kendrith Rodríguez

CEO Inspirax

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