Ser diligente hoy en día es una verdadera virtud, a menudo converso con líderes dentro de las organizaciones que tenemos el privilegio de acompañar y la falta de diligencia es un verdadero dolor de cabeza, personas que no actúan con “prontitud’, que no se atreven a dar la milla extra o que no son capaces de moverse lo suficiente como para hacer que las cosas sucedan.

Es típico escuchar “ya envié el correo” justificando así que su parte está ya realizada y que no ha completado la meta porque otra persona no ha completado la suya. Esto es literalmente una “excusa barata” que demuestra su incapacidad de “de influenciar y hacer que las cosas sucedan” de manera oportuna.

¿Te ha pasado alguna vez? ¿Has sido tu esa persona que sólo se limita a “enviar el email”?, creo que a todos nos ha pasado, por lo tanto mi invitación en este escrito es que a partir de hoy, seas intencionalmente diligente con tus tareas laborales y personales.

Ojo la diferencia aquí es la palara “intencionalmente” esto quiere decir, que seas diligente de forma deliberada y consciente, que seas diligente no por casualidad, sino porque tú lo decidiste, que te lideres a ti mismo hacia ese objetivo.

No esperes a que tu líder te pregunte por algo, no esperes que venza el plazo, no esperes la respuesta de un email que nunca llegará, debes moverte, debes cambiar la forma, debes dejar de contarte historias que no te darán resultados, vence tus excusas.

El pequeño Laurosse define diligencia como el “Cuidado, esfuerzo y eficacia de hacer algo con prontitud y rapidez” Diligente: hace las cosas con cuidado, esmero y prontitud.

Rescato “Cuidado, esmero y prontitud” aquí siento hay una clave:

Cuidado: esto lo relaciono con la “intencionalidad y la excelencia”, una persona diligente cuida los detalles, hace las cosas con excelencia de forma deliberada y consciente del resultado esperado, y siempre, pero siempre supera las expectativas.

Esmero: una persona diligente siempre dará lo mejor de sí, si envió el correo y no funcionó, hará una llamada, si no funciona va directo donde la persona y hasta le da un chocolate, pero nunca dejará de lado su meta.

Prontitud: esta es la diferencia que hace la diferencia, las personas diligentes: ejecutan, ejecutan, ejecutan” ¿te quedó claro? Algo que he aprendido es actuar de inmediato. Tengo que hacer una llamada la hago, tengo que imprimir un documento, lo imprimo ahí mismo, es entrar en acción de inmediato, no postergar.

Se Intencionalmente diligente!

Kendrith Rodríguez

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